Conjunto formado por dos o más planchas de vidrio, entre las cuales hay una película intermedia de láminas de butiral de polivinilo (PVB), unidas entre sí mediante un proceso de autoclave con calor y presión, sus propiedades son muy interesantes. Hay que tener en cuenta su transparencia, resistencia al impacto (protección de personas y bienes), adherencia entre sus elementos tras la rotura de algunos de ellos, elasticidad, atenuación acústica muy superior al monolítico del mismo espesor y perdurabilidad del producto.
Cuando es sometido a un golpe, el vidrio puede romperse pero la rotura se localiza exclusivamente en el punto de impacto manteniendo su transparencia. La lámina de PVB asegura que las piezas de vidrio se mantengan en su lugar, reduciendo así el riesgo de cortes por fragmentos de vidrio o caídas a través del vidrio laminado.
La configuración del laminado debe ser apropiada al tipo e intensidad del golpe, que ya se prevé antes de su instalación (impacto, caída, vandalismo, rotura, armas de fuego, explosión, etc.).
Estos vidrios ofrecen una atenuación acústica muy superior al vidrio monolítico del mismo espesor. Los valores de aislamiento acústico de un PVB acústico son, por termino medio, superiores en 3 dB a los vidrios laminados con un PVB clásico.
La posibilidad de utilizar vidrios de colores, reflectores, ... así como butirales de colores, confiere al producto unas posibilidades arquitectónicas muy amplias de cara al diseño del acristalamiento y del conjunto del edificio. Este tipo de vidrio está indicado para barandillas, cubiertas inclinadas, escaparates y pisables de vidrio, entre otras.